domingo, 27 de enero de 2008

¿ LA BIBLIA JUNTO AL CALEFÓN ?


Pobre Discepolín. Resulta que su famosa frase de uno de los himnos porteños más conocidos, "Cambalache" resultaba ser de una clásica postal de conventillo, donde un viejo libro de papel "biblia" hacía las veces de papel higiénico, y por eso era el adminículo que colgaba junto al calefón en esos primarios baños donde los inmigrantes luchaban por hacerse la América.

Si le buscamos la quinta pata al gato como así lo haría un analista lacaniano, le buscaríamos una interpretación religiosa a esta frase que nos sirve de excusa para dar el puntapié inicial a esta humilde reflexión.


Y como en el mundo nada es casual, sino precisamente causal, me convoca a afilar la punta de este lápiz digital, la triste noticia de la "puesta en valor" del Edificio de nuestro viejo Colegio De La Salle, situado en Riobamba 650, a dos cuadras de mi corazón.


Ubicar un Hotel y un Centro de Convenciones en una institución educativa religiosa, ¿ acaso no es poner la Biblia junto al Calefón?


Comentando esta noticia con otros compañeros de promoción, nos preguntábamos, ¿qué legitimación activa tendríamos nosotros, ex- alumnos, para oponernos a este proyecto? algún medio por ahí, criticaba esta oposición como una especie de capricho de viejos carcamanes que se oponen a la modernidad...


Lo cierto es, que tras la colación como bachilleres, muchos dejamos de transitar esas aulas, esos patios, aunque muchos de mis compañeros forman equipos de fútbol de ex- alumnos (como Mazorka).


Tal vez esa legitimación surja precisamente de la educación que nos inculcaron hace ya muchos años (yo pertenezco a la promoción 1983, mi generación inauguró el "nuevo" edificio allá por el año 1972, con la presencia del por entonces presidente militar, Agustín Lanusse, donde nuestro país era plena ebullisción). Claro que, en aquellos años, no había ningún grupo empresario fantasma para financiar semejante obra, como ahora pretenden hacer, en una especie de manotazo de ahogado de la era menemista.


Si hablamos de una "puesta en valor" primero pongamos todas las cartas sobre la mesa, ¿donde quedaron los Valores Lasallanos? presenciamos una suerte de "opusdeización" donde por sobre las palabras que contiene el Evangelio, prima la cotización de un inmueble centenario, echando por la borda años de esfuerzo de muchas generaciones para forjar un instrumento educativo basado en las enseñanzas de su Fundador. Claro, en la Casa Provincial nos dirán con habilidad política, que así como nuestro Santo se desprendió de sus riquezas de sus riquezas para fundar escuelas, ahora ellos se arrogan el derecho de disponer del inmueble para generar más escuelas...


¿Acaso no todos somos en parte, dueños de esa decisión? Como dice el refrán, cuando la limosna es grande, hasta el Santo desconfía, y no me cabe la menor duda que San Juan Bautista De La Salle pondría cara de duda al ver las maquetas de un grupo empresario anónimo que con benevolencia, va a ampliar más obras para aulas y jardín de infantes. Recuerdo que el jardín de infantes, allá por 1972, se encontraba en los pisos superiores, y era una ilusión para los pibes de 6 años, que nos lleven a jugar a los trepaderos que se habían hecho para los más pequeños. Muchos recuerdos de la infancia tiñen de subjetividad esta charla, me pregunto qué habrá sido del museo del Colegio, con su ciudad ferromodelística y una singular maqueta del canal de Panamá, del laboratorio de avanzada que teníamos, sí hasta disponíamos del lujo de tener un circuito de TV cerrada para el Colegio, allá por 1972.


Claro, también era un Colegio cajetilla, donde apellidos de la alta alcurnia porteña se mezclaban con apellidos tanos y gallegos de laburantes o noveles profesionales que habían logrado acceder a una mejor nivel de vida y buscaban una educación óptima para sus futuros hijos profesionales, claro que, nuestro equipo de rugby jamás dió un puma a la selección... Con esta salvedad podríamos sostener que la formación que nos dieron nos permite dilucidar e interpretar, lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto, lo positivo de lo negativo, este libre albedrío me permite afirmar entonces, mi total disconformidad con este cocoliche que anónimos empresarios pretenden levantar, con la complicidad de la orden y las autoridades de la institución. Y creo que no soy el único, afirmo en las tertulias de ex-alumnos con "animus iocandi" que deberíamos formar el MLL movimiento de liberación lasallano, bueno, la afirmación no es tan desacertada, en nuestra época la Iglesia Católica venía de la primavera del Concilio Vaticano II y el catecismo se nos daba con un evangelio llamado "Dios llega al Hombre" con cierta inclinación a la Teología de la Liberación, hoy denostada por los que quieren volver a las misas en latín, y que el racu vuelva a darle la espalda a la feligresía...


Paradójicamente, la Legislatura porteña parece tomar cartas en el asunto, y la derecha macrista junto a otras fuerzas como la Coalición Cívica, hasta el propio Ibarra, parecen asumir la defensa del viejo Colegio, pero ojo, que los políticos no regalan nada.


Por allí se hablaba de la hipotética "Universidad De La Salle", cuando ni siquiera sabemos que pasó con el bulldog del museo, o qué sucederá con la capilla (réplica exacta de la capilla real del palacio de Versalles) mientras no separemos la Biblia del Calefón, y la comunidad lasallana de ex alumnos no ponga las barbas en remojo y recuerde el viejo lema, seguirán hipotecando el futuro de nuestros hijos: Que siem tus temps ligatz, amale "que en todo tiempo estemos unidos y seamos fuertes".


Foto: fuente : http://www.reproarte.com/cuadro/Hieronymus_Bosch/La+coronaci%C3%B3n+de+espinas/1091.html